Un Lorenzo Milani... ¡espectador!
Un Lorenzo Milani… ¡espectador! trae a Educar(NOS) un Milani muy poco conocido. El de su inmenso asombro al asomarse por vez primera a un mundo que, en su familia, nunca se había visto. Con 24 años (1947) acababa de llegar a su primer destino parroquial, Calenzano, un pueblo semirrural e industrial cerca de su Florencia natal y de la Prato textil. La Guerra Mundial de la Italia fascista junto a la Alemania nazi sólo se había acabado dos años antes. Palpitaba una nueva Italia con una flamante Constitución hecha entre todos (diciembre 1947), y los democristianos iban a gobernar mucho tiempo, tras vencer a los comunistas en las primeras generales (abril 1948), con excomunión y todo (julio 1949). Según el Lorenzo recién convertido, se jugaban hasta el Evangelio, mientras obreros y campesinos sufrían todas las injusticias que aquel joven burgués desconocía. Publicó su primer artículo con 26 años y, desde entonces, ya nunca dejó de encajar con palabras su asombro ante lo real. Este es un inédito Milani social y político que nos va a cautivar: en él arraiga la esencia de su pedagogía y de aquella prodigiosa escuela autora de Carta a una maestra.
Por eso – sin afán hagiográfico – traemos a este Educar(NOS) extraordinario sus primeros artículos. ¡Ya bastante nos enredan con métodos didácticos, como para olvidar la pulpa de la educación! Todo arranca de ser, primero, un atento espectador; más que de recibir buenas enseñanzas. Su coetáneo Freire (1921-1997), que vivió 30 años más que Milani, lo formuló diciendo que nos educamos juntos al afrontar los desafíos de la vida colectiva. Y la Carta sedujo a Pasolini por aquella fórmula que convierte en arte nuestra educación:
“Querer el mal de alguien o de algo. Reflexionar sobre ello despacio. Buscar la ayuda de los amigos en un paciente trabajo de equipo. Poco a poco sale a flote lo que hay de verdadero bajo el odio. Nace la obra de arte: una mano tendida al enemigo para que cambie”.
Vamos a beber en estos artículos primerizos el relato, asombro y rabia, si no odio, de un honesto espectador ante el paro, la falta de vivienda y de palabras, la idolatría de la propiedad privada, el abuso cultural del señorito… Son la raíz y médula de la educación en estado puro.
Con ellos queremos brindar con los lectores que se apunten (y nos escriban) porque se van a cumplir en 2017 cincuenta años de la muerte de Lorenzo Milani un 26 de junio de 1967. Haremos con vosotros una fiesta grande. España es, sin duda, después de Italia, donde más se escribe y se conoce a Milani y su escuela de Barbiana.
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